Hoy se cumple un año del -casi- peor día de mi vida, por todo lo que ello significaba.
Releyendo la entrada de aquel día posterior a ese -casi peor día de mi vida- las angustias han desaparecido, las noches en vela han desaparecido, las palabras huecas se han rellenado, los sentimientos se han encontrado. Quedan aún preguntas y respuestas que quiero saber, pero que pienso que nunca serán contestadas. He aprendido de antiguos errores.
La luz que tanto buscaba ha ido apareciendo y la colina que tanto deseaba subir ha sido alcanzada. Con fuerzas mermadas y ( aún ) con remordimientos, afronto cada día como un día más. No pienso en el futuro porque puede caerse abajo de nuevo.
Es duro ver, sentir y pensar que ya nada es lo mismo.
Aún así, mi vida está unida a tí para siempre.